domingo, 16 de marzo de 2014

Mala suerte

Soñaba con ser quemado vivo como las brujas de antaño, en una pira pública al mejor estilo de las novelas negras que solía leerle Valentina, la chica gótica que nadie volvió a ver. Para lograrlo, tenía la costumbre de atravesarse frente a los parroquianos que salen de las homilías nocturnas con la intención inequívoca de provocar desgracias en sus vidas.

El mezquino animal atribuía entre sus logros la quiebra de varios comerciantes, y creía firmemente que gracias a él las camillas ocupadas del hospital se había incrementado. Malvado como era, la gente nunca relacionó a Edgaralan con los incidentes. Cuando se empezaron a hacer evidentes, atribuían los hechos extraños a brujas, duendes y cacalamandrejas. 

Un día se fijó como objetivo a un mocho devoto, se le atravesó en el atrio casi haciéndolo caer; el hombre perdió la pierna que le quedaba debido a una viga que cayó mientras dormía esa misma noche. Fue después de este incidente que la gente comenzó a atar cabos y el rumor de que únicamente los feligreses eran propensos a sufrir calamidades comenzó a infectar los oídos de la gente. El gato se sintió extasiado el día que escuchó chismorrear aquello un grupo de incautos. Por fin se reconocerían los frutos de su trabajo.

Incontenibles y espantosos fueron los alaridos del psicópata cuando presenció los sucesos del anochecer. Una turba vociferante, armada con palos y antorchas recorría las calles del pueblo disponiéndose a hacer realidad su muerte de ensueño pero nadie le buscaba. El animal nunca calculó que sospecharían más fácil de un sacerdote cuyas prédicas terminaban en fatalidades por encima de un tierno gatito blanco que rondaba el templo parroquial.

jueves, 12 de diciembre de 2013

El Pastor

A él no le incomoda la falta de baño, cocina, ni muros que separen las alcobas. No le incomodan las goteras ni los agujeros en las paredes. No tiene problemas con prescindir de camas y menos aún le importa el hecho de ser tres veces más grande que su propia casa. Al pastor únicamente le importa estar presente cuando nazca el niño, cuando la historia se parta en dos.

martes, 30 de julio de 2013

¿Vegeta que?

Comprendí que la pequeña se enfrentaba a un concepto desconocido. Junto a la mesa, Huzky nos observaba con la lengua afuera. Le pregunté a la niña si amaba a su perro y su respuesta no solo fue afirmativa sino también muy entusiasta. Le expresé que yo sentía lo mismo, no por un animal sino por todos. Inocentemente me dijo que quería ser como yo. Me conmovía su ternura, más el momento se vio eclipsado cuando encontré en sus padres un muro infranqueable, una actitud desafiante y una pregunta lanzada con desprecio. -¿De donde obtendrá la proteína?

viernes, 12 de abril de 2013

Perfil

En el cine se llevaría a cabo la prueba de fuego. Ella buscaba sobretodo un hombre sensible. Él dejo escapar las lágrimas por el ojo equivocado.


jueves, 13 de diciembre de 2012

Nuevo hogar



Anoche, salí sigilosamente, irrumpí por la fuerza en casa de mi vecina, y la violé. Ella no se escandalizó demasiado; ya que lo pienso bien, se comportó como una víctima ejemplar, ni siquiera denunció los hechos. Pero mi conciencia es la que me está matando, no entiendo mi propio comportamiento y creo que me estoy volviendo loco: tan loco como el sonámbulo fumador que a veces pasa por el frente de mi casa, o como el mendigo que pregona que, en este pueblo, la noche hace aflorar los deseos más profundos del subconsciente.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Poeta a medias

Ella se lanzó al vacío y él, tras dudar un instante, también. No pudo evitarlo aunque sabía que la belleza solo abraza y salva con sus alas a quienes están seguros de seguirla.

jueves, 24 de mayo de 2012

Nueva mente

Me levanto y miro al frente, sobre lienzo yace mi más grande obra, la que me consagró como artista a pesar de ser mi primera incursión. Se me antoja propinarle rojo, cojo mi paleta y pongo manos a la obra. Mezclo magenta, bermellón y escarlata. Uso tonalidades vino tinto para los troncos, granate sobre el follaje y carmesí en la grama alta. En los arroyos, el agua queda turbia pero no me importa, los animales que parecen desangrarse no me son desagradables. En medio día tengo una cuarta parte lista, pintada con maestría... pero deja de gustarme, me aburre en extremo y siento que no me refleja. Salgo al balcón para enfrentar mi derrota contra un cigarrillo. El atardecer da visos naranja que se mezclan al último azul que podría verse en el cielo abriendo mis ojos a nuevos colores. Entro y arranco el papel trasparente que separa mi obra maestra del color que tan arbitrariamente le propiné hoy ¿Cómo pude hacerle eso? Menos mal allí está nuevamente, mi amado cuadro, mi bosque en carboncillo.

lunes, 23 de abril de 2012

La partera


Era una mujer parca. Su oficio la llenaba de alegría, la hacía sentir plena; era ella quien gestionaba la vida de las personas en aquella población, y el placer que recibía por ello era tal, que realizaba la labor sin cobro alguno. Cómo era más la gente que había que traer al mundo que la que había que llevarse de él, se dedicaba a su otro oficio únicamente por el dinero.

sábado, 21 de abril de 2012

Mal Presagio

El sueño de la abuela era bastante simple y bien conocido por todos: ver a toda la familia reunida. Alegaba que habíamos perdido la unión y ya no le gustaban los matrimonios ni los embarazos, según ella, entre más miembros más división. En persecución de su objetivo la abuela se empeñaba en celebrar por lo alto cada ocasión medio especial. Para cumpleaños, aniversarios, bautizos o fechas parecidas preparaba siempre una fiesta y se encargaba de enviar invitaciones a todos y cada uno de los miembros de la familia, invitación que alguien siempre resultaba ignorando.

Un día recibimos con tristeza la muerte del tío Iván, al funeral no faltó nadie. ¡La abuela estaba más que feliz! vociferaba haber encontrado la fórmula pero ese día nadie le prestaba mucha atención. Comenzó a preparar invitaciones para congregar a la familia a un siguiente evento, pero por alguna razón, a mí no me llegó ninguna.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Ritual para dormir

Debía recrearlo todo cada noche de modo que pudiera callar los maullidos de gato que no lo dejaban dormir desde el día en que lo asesinó: La encerrona del felino, sus suaves ronroneos, el momento de cargarlo, las garras arañándolo, los quejidos ensordecedores, el golpe de gracia, el despojo del cadáver... 

El rito se llevó a cabo sagradamente a la misma hora, noche tras noche, hasta el día en que la vecina decidió intentar con un canino.