lunes, 5 de diciembre de 2011

Maldito Rey


¡Maldito rey! Exclamó uno de los congregados: cortesanos en junta reunidos de forma clandestina en una de las estancias más alejadas del castillo. Deshazte de él –se escuchó responder al principal consejero de la monarquía – no nos importa realmente –dijo luego en tono burlesco provocando risas benepláctias entre los presentes. Ninguno de ellos pudo percatarse de la presencia de su monarca tras la contundente puerta de madera, así que no hubo ocasión de justificar las palabras. Fueron ajusticiados pocos minutos después, murieron aún con los naipes en las manos.

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